El jueves 23 El Heraldo publicó una nota de ocho columnas
sobre el “dramático panorama en Guaxcamá”. Niños, mujeres y ancianos “se
cobijan entre sí”, y el presidente municipal Juan Ostiguín buscaba que los
ciudadanos de Villa Juárez dieran alojamiento a los damnificados.
En Villa Juárez estaban el secretario general de Gobierno,
Alfonso Lastras Ramírez, la empresa, representada por Víctor Gárate, y los
Servicios Coordinados de Salubridad, tratando de controlar los brotes de
varicela y paperas, y estudiando alternativas de empleo para los antiguos
habitantes de las minas. Se esperaba a funcionarios de dependencias de medio
Ambiente y Salud (uno de los técnicos que arribaría en esos días era Carlos
Hank)
Sólo tapando los trece tiros que tiene la mina se podrá
apagar el incendio, informó la jefa de la Oficina de Minas y Petróleos en el
Estado, Leonor Díaz. Ya estaban cerrados siete pero las llamas aún se sentían
bajo tierra. La concesión no se cancela, aseguró.
No hay comentarios:
Publicar un comentario