Blog conmemorativo del 40 aniversario del incendio de las minas de Guaxcamá, mi cuna.
miércoles, 21 de noviembre de 2012
lunes, 19 de noviembre de 2012
Don Pepe Luna
El Señor José Víctor Luna nos compartió generosamente sus experiencias, recuerdos y hasta su carta de recomendación de Negociación Minera de Azufre, la última empresa que explotó comercialmente Las Minas de Azufre de Guaxcamá.
domingo, 18 de noviembre de 2012
Aunque pase el incendio
Para el 25 de noviembre ya se habían repartido cinco mil raciones de
comida de parte de la Comisión Nacional de Subsistencias Populares (Conasupo), y 500 toneladas de alimentos de parte de la Secretaría de Salubridad y Asistencia (SSA).
El Heraldo publicó:
Un niño de cuatro años —descalzo y llorando—, mientras saboreaba un mendrugo de pan en el regazo de su madre, preguntó a ésta:
—Mamá, ¿cuándo volveremos a casa?
Y la madre le contestó:
—Si la mina se cierra, no volveremos nunca, aunque pase el incendio.
El Sol de San Luis |
Enfermedades, frío y desempleo
El jueves 23 El Heraldo publicó una nota de ocho columnas
sobre el “dramático panorama en Guaxcamá”. Niños, mujeres y ancianos “se
cobijan entre sí”, y el presidente municipal Juan Ostiguín buscaba que los
ciudadanos de Villa Juárez dieran alojamiento a los damnificados.
En Villa Juárez estaban el secretario general de Gobierno,
Alfonso Lastras Ramírez, la empresa, representada por Víctor Gárate, y los
Servicios Coordinados de Salubridad, tratando de controlar los brotes de
varicela y paperas, y estudiando alternativas de empleo para los antiguos
habitantes de las minas. Se esperaba a funcionarios de dependencias de medio
Ambiente y Salud (uno de los técnicos que arribaría en esos días era Carlos
Hank)
Sólo tapando los trece tiros que tiene la mina se podrá
apagar el incendio, informó la jefa de la Oficina de Minas y Petróleos en el
Estado, Leonor Díaz. Ya estaban cerrados siete pero las llamas aún se sentían
bajo tierra. La concesión no se cancela, aseguró.
Se retiran los bomberos
El 22 de noviembre se retiraron los bomberos y se quedó un grupo de ya extrabajadores de la mina, a quienes dirigía el superintendente Ricardo Álvarez Hernández.
Por la nota de El Sol, nos enteramos de el mismo día 21 hubo 15 personas de tres familias que intentaron escapar del granero Conasupo, donde estaban refugiadas, para regresar a Agua del Medio, pero fueron detenidas por agentes de la policía judicial “cuando ya se quejaban de malestares en los ojos por el breve contacto con las emanaciones de la mina incendiada”
Por la nota de El Sol, nos enteramos de el mismo día 21 hubo 15 personas de tres familias que intentaron escapar del granero Conasupo, donde estaban refugiadas, para regresar a Agua del Medio, pero fueron detenidas por agentes de la policía judicial “cuando ya se quejaban de malestares en los ojos por el breve contacto con las emanaciones de la mina incendiada”
No más azufre de Guaxcamá
Ese lunes 20, El Sol nos obsequió el titular “No más azufre de Guaxcamá”, y los subtítulos “Sigue el dantesco siniestro. Muere una fuente de trabajo. Hay miseria”. En la nota principal los reporteros Juan José Rodríguez (quien llegó a ser directivo de varios medios y secretario General de Gobierno) y Juan Antonio Hernández (actual director de Comunicación Social del Gobierno del Estado), apoyados con las fotos de Adolfo Torres y Roberto Silva, informan que “el fantasma del desempleo, de la pobreza y las enfermedades amenaza gravemente a los habitantes de una extensa región”.
Entre otros datos nos dan a conocer que la mina de Guaxcamá era fuente de trabajo para 440 jefes de familia, y que Conasupo, Servicios Coordinados de Salubridad y Ferrocarriles nacionales ya habían concentrado más de ocho toneladas de víveres y carros-tanque con agua para los 3,500 damnificados.
“El comandante del Cuerpo de Bomberos, Antonio Benavente, explicó que el volumen de azufre incendiado hace prever que la duración del incendio puede ser por días, semanas, meses o años, argumentó. “Tenemos experiencias de minas que han durado hasta dos años ardiendo”.
Cientos, quizá miles de toneladas de azufre virgen están en estado de ignición a profundidades que fluctúan entre los 50 y los 200 metros. Cuatro mangueras arrojan 6 mil litros de agua por minuto, los cuales se evaporan apenas 50 metros abajo del nivel del suelo, antes de tocar la masa ígnea”.Otra nota importante, y muy relacionada, fue: "Se suspende la explotación de fundos mineros".
Un siniestro de proporciones gigantescas
Al día siguiente, 20 de noviembre, El Heraldo centró su atención en la situación de los habitantes desalojados, el peligro de intoxicación por los vapores y la inutilidad de la labor de los bomberos ante el tamaño de lo que los habitantes de Villa Juárez ya llamaban “la boca del infierno” (o “el monstruo blanco”, según El Sol).
“Por instrucciones del presidente de la república, Lic. Luis Echeverría, se ha desplazado hacia Guaxcamá el Ing. Estelarios y equipo humano con todos los elementos técnicos necesarios para combatir el incendio en la mina. El secretario de Gobernación, Lic. Mario Moya Palencia, tuvo ayer una conferencia telefónica con el gobernador del estado, Lic. Antonio Rocha, para pedirle un informe detallado de la situación prevaleciente en el lugar del siniestro.
Los bomberos informaron hoy temprano al Gobierno del estado que su labor ahí ha resultado ciertamente inútil, dado que el siniestro en lugar de aminorar aumenta y ellos carecen de elementos y equipo adecuados para hacerle frente a un siniestro de proporciones gigantescas como el que ahora se tiene en las minas de Guaxcamá. La fuente de abastecimiento del agua para hacer frente y controlar el fuego, surte lento los depósitos, mientras que el fuego avanza”.
Guaxcamá, en emergencia
Prácticamente se ha declarado zona de emergencia la región de Guaxcamá por el incendio de la mina de azufre de ese lugar.
La mina se ha convertido en un volcán. Los gases que despide amenazan a la salud de los habitantes de esa zona.
En la reunión a la que convocó ayer el gobernador del estado, licenciado Antonio Rocha, y a la que acudieron los representantes de las diversas secretarías del gobierno federal y otros organismos oficiales y el Ejército, el jefe del Ejecutivo dio a conocer un informe sobre la situación.
Las primeras reacciones
Primero se trató de controlar las llamas con las fuerzas locales de seguridad, incluidas las de Cerritos. El olor del azufre hizo pensar en la perdición de muchas almas. Se desalojó a los habitantes del pueblo creado junto a las minas y de tres localidades más. Más tarde (¿muy tarde?), como a las 21:30 hrs., salieron de la capital del estado hacia Guaxcamá 10 bomberos y el comandante Antonio Benavente, así como dos comandos del Ejército Mexicano, que llegaron al sitio del siniestro a la medianoche.
A esa hora el tiro medía ya 150 metros, el gas cubría una extensión de 60 kilómetros y los habitantes habían sido trasladados a Villa Juárez.
Cuenta el fotógrafo Roberto Silva que el humo se veía desde muy lejos, incluso desde la carretera a Matehuala a las afueras de la capital del estado, a unos 70 kilómetros.
A esa hora el tiro medía ya 150 metros, el gas cubría una extensión de 60 kilómetros y los habitantes habían sido trasladados a Villa Juárez.
Cuenta el fotógrafo Roberto Silva que el humo se veía desde muy lejos, incluso desde la carretera a Matehuala a las afueras de la capital del estado, a unos 70 kilómetros.
Página de El Sol de San Luis, lunes 20 de noviembre de 1972. |
Hace 40 años...
Hace 40 años, a las 3 de la tarde (15:00) del sábado 18 de noviembre de 1972, empezó el incendio en un socavón de la mina que pertenecía a Negociación Minera
de Azufre, S.A. de C.V. Pavoroso, terrible, dantesco... cualquier calificativo se queda corto ante lo impresionante de las llamas, el humo y la incertidumbre que surgían de la boca de la mina.
Al parecer a la hora siniestra sólo había 5 personas en la mina. Siempre se dijo que fue durante el cambio de turno, y cuentan que ese día hubo una boda, lo que evitó que hubiera pérdidas humanas, pero la causa (¿o el causante?), la supuesta chispa o la explosión de un barreno, nunca se aclaró, enterrada como está en las entrañas de Guaxcamá.
Al parecer a la hora siniestra sólo había 5 personas en la mina. Siempre se dijo que fue durante el cambio de turno, y cuentan que ese día hubo una boda, lo que evitó que hubiera pérdidas humanas, pero la causa (¿o el causante?), la supuesta chispa o la explosión de un barreno, nunca se aclaró, enterrada como está en las entrañas de Guaxcamá.
Al oscurecerse el cielo por el humo y el miedo el tiro tenía 40 metros de diámetro, abiertos poco antes. El tajo a cielo abierto era una técnica reciente. Muchos mineros advirtieron del riesgo pero los funcionarios de la mina no los oyeron.
Apenas habían pasado unos días de las fiestas patronales en
honor a Santa Gertrudis, en la cabecera municipal, y un poco más del festejo a
San Rafael (24 de octubre), patrono de la hacienda de Guaxcamá y de las minas, cuya imagen se veneraba en el poblado alrededor de la mina y hoy se continúa la tradición en su capilla en la cabecera municipal, en la salida rumbo a la supercarretera.
sábado, 17 de noviembre de 2012
Arden las minas de Guaxcamá
Así decía el encabezado de la nota de ocho columnas de El Sol de San Luis del domingo 19 de noviembre de 1972, mientras que El Heraldo de San Luis publicó esta foto:
El pie de foto decía: “Guaxcamá, S.L.P. — Impresionante y amenazadora se levanta la humareda del incendio que está destruyendo la mina de azufre que daba vida a esta población y que era uno de los emporios metalúrgicos del estado. La gráfica fue tomada por el presbítero, don Roger Méndez”.
El pie de foto decía: “Guaxcamá, S.L.P. — Impresionante y amenazadora se levanta la humareda del incendio que está destruyendo la mina de azufre que daba vida a esta población y que era uno de los emporios metalúrgicos del estado. La gráfica fue tomada por el presbítero, don Roger Méndez”.
viernes, 16 de noviembre de 2012
Santa Gertrudis la Magna
Santa Gertrudis (1256-1302), patrona de Villa Juárez, es festejada el 16 de noviembre, día central en la Feria Regional del Maíz (Ferema). Desde que era conocido como Guaxcamá, la monja benedictina alemana ya gozaba de culto en este rincón de México, y por ello por un tiempo al municipio se le conoció como Santa Gertrudis de la Carbonera.
La misma Santa Gertrudis vio a Christo nuestro señor, con una saeta de oro en la mano, con que la pasó el corazón, y se le hirió de tal manera que nunca tornó a la sanidad primera.
Francisco de Ribera, Vida de la madre Teresa de Jesús, fundadora de las descalzas y descalzos carmelitas, citado por Antonio Rubial y Doris Bieñko, "La más amada de Cristo. Iconografía y culto de santa Gertrudis la Magna en la Nueva España", Anales del Instituto de Investigaciones Estéticas, número 83, otoño de 2003, México.
Antes, en el nicho de la parroquia de Villa Juárez había un San Francisco, que en años recientes fue sustituido por la imagen de la santa.
¡Nos vemos en la fiesta!
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